-- ¡Viejos hijos de puta! ¡Tiran balas en vez de plantarse en un mano a mano! ¡Putos! -- les gritás.
El anciano vuelve y te remata con un certero disparo en la cabeza. La anciana lo mira dispararte y luego lo recibe con un beso. Mientras tanto, tu cadáver emana sangre y queda a la espera de ser sepultado.
Fin.
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